La sexualidad humana está llena de mitos: ideas preconcebidas que muchas veces nos pueden impedir el pleno disfrute de nuestra sensualidad. Pero… ¿Son realidad o fantasía? Averígualo ya…
Los mitos sexuales suelen ser tan contundentes como los remedios caseros: nadie sabe de dónde han venido, pero todo el mundo los conoce y cree en ellos. Curar la amigdalitis con cataplasmas de manteca o ‘tronar el empacho’ para los dolores de estómago son ideas tan asumidas en la cultura popular, como pensar que si te masturbas te saldrán verrugas en la vagina –en el caso de las mujeres– o pelos en la palma de la mano –si de hombres se trata–. Y esto, que puede sonar a la prehistoria, no lo es tanto.
El doctor Marcelo Guarneros, psicólogo de la UNAM especializado en sexología, nos habla un poco acerca de este controversial tema: muchos mitos han sido creados básicamente como forma absoluta de represión, en especial todos los relativos a la masturbación o al disfrute sexual. “De alguna manera los mitos sexuales son como el cuento de Pedro y el lobo: te dejas llevar por una habladuría, pero hasta que no tienes al lobo frente a ti, te das cuenta si es verdad o no”, asevera. Hoy te mostramos 10 de los más recurrentes mitos en nuestra sociedad y analizamos hasta dónde son verdad o son mentira, aunque todo dependerá del cristal con que se mire, ¿no lo crees?
Mito 1 Los que calzan grande, lo tienen grande
Realidad: Según la morfología de cada individuo, si una persona tiene los pies grandes, debería tener el resto del cuerpo grande, es lógica pura; no obstante, la realidad es otra y en muchos casos –más de los que imaginamos– esta regla no aplica absolutamente para nada.
Mito 2 Sin coito, no hay sexo
Realidad: Nada más erróneo “Hoy día la acepción de encuentro sexual se ha ampliado muchísimo”, dice Guarneros, “y se considera así al sexo oral, a la masturbación en pareja o incluso a variaciones tan diversas como el sexo telefónico o dar placer a tu pareja sin que tú necesariamente tengas un orgasmo, como masturbarlo o excitarlo simplemente”.
Mito 3 El alcohol es el mejor estimulante sexual
Realidad: El alcohol en una cantidad moderada, desinhibe y despierta los sentidos: no estimula el deseo sexual, sólo te hace ser más consciente de él. Claro está que en exceso causa pérdida de conciencia y los resultados suelen ser graves: perder voluntad y tener sexo sin desearlo, ¡muy peligroso!
Mito 4 Los hombres no tienen erección cuando no gustan de su pareja
Realidad: “La erección no depende de un sólo factor”, explica el doctor Guarneros, “es una mezcla: atracción física, el olor, el momento… pero también falta de concentración, cansancio o el estrés, que son capaces de provocar la pérdida de la misma”.
Mito 5 Los hombres piensan más en sexo que las mujeres
Realidad: Esto en parte es verdad, los hombres piensan y expresan su sexualidad de manera más abierta que las mujeres, pero esto no significa que ellas no lo hagan. Lo que sucede –según Guarneros– es que socialmente no está bien visto que las mujeres hagan comentarios referentes al sexo, pero esto no implica que las mujeres se acuerden menos de ello, sino todo lo contrario.
Mito 6 Los hombres deben saber dar placer a las mujeres
Realidad: Esto es una mentira absoluta. Tanto el hombre como la mujer deben saber cómo complacer a su pareja. Y no hay reglas ni roles. “Dejarse llevar es algo mutuo”, afirma el doctor Guarneros, “no tiene que haber un líder por obligación, es un trabajo en equipo”.
Mito 7 Las fantasías sexuales son para las zorras
Realidad: Esto es completamente falso. Las fantasías acordadas por la pareja, son juegos que estimulan la líbido y hacen de los encuentros sexuales más divertidos y placenteros.
Mito 8 Masturbarse ocasiona que no disfrutes el sexo real
Realidad: Es una completa mentira. Calificarla como ‘mala’ es una visión moralina o religiosa, según Guarneros. “Es un ejercicio sano, incluso al estar en pareja”, comenta el experto.
Mito 9 La iniciativa al sexo debe tenerla el hombre
Realidad: En algunas culturas machistas, las mujeres que toman la iniciativa son mal vistas pero, por fortuna, esta creencia está en vías de extinción. Una mujer que quiere sexo no debe temer pedirlo, porque su necesidad es tan auténtica como la de su pareja.
Mito 10 Sexo es igual a orgasmo
Realidad: Mentira absoluta. “Ver el orgasmo como la finalidad única del sexo es como ir de paseo al campo sin admirar el paisaje”, confirma Guarneros. A veces el trayecto puede ser más placentero que la meta…
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