La llegada del siglo XXI trajo al Barça un regalo que aún perdura: un futbolista argentino que cambió para siempre la historia del club
Cuando los historiadores del futuro echen la vista atrás para analizar lo sucedido en el mundo del fútbol durante el siglo XXI, un nombre aparecerá siempre en los documentos: Leo Messi.
El argentino es el mayor protagonista del siglo en materia futbolística. Y mañana, en el Camp Nou, su hogar, llega a una de esas cifras inalcanzables para la mayoría de jugadores, sobre todo si, como es el caso, se trata de un ‘one-club man’, que así lo llaman en Inglaterra, allí donde el fútbol es la religión de los domingos. Solo Barça. Única y exclusivamente Barça. Cuando los historiadores lo analicen, será imposible separar el club del jugador durante esta etapa, todo se mezclará con el paso de los años.
Los que disfrutan de él hoy son unos privilegiados que han vivido en directo su reinado. Llegó el año 2000 y pasaron cuatro años antes de empezar a jugar en el primer equipo. Desde entonces no ha parado. Más allá de inoportunas lesiones, lo ha jugado todo, abosolutamente todo. Tanto que alcanza ya los 499 encuentros y hoy llegará al medio millar, una cifra a la que solo han llegado antes cinco jugadores del Barça. Él será el sexto. Y, pese a llevar menos partidos que algunos de los que jugaron antes que él (Iniesta es el único contemporáneo que aún lo hace), la gran diferencia está en que Leo Messi es el mejor futbolista de la historia. Así lo consideran también quienes le preceden en la lista.
SOLO NÚMEROS. El delantero argentino, en sus 499 partidos de blaugrana, ha marcado 424 goles, una auténtica barbaridad que define al jugador, un depredador que aún no ha frenado de saciarse en el área. La gran mayoría, lógicamente, los ha marcado en la Liga (291), pero no ha fallado en ninguna competición de las que ha jugado (y ganado), ya sea la Champions (80) como la Supercopa de España, en la que suma once tantos. El estadio en el que más marca, nada raro, es el Camp Nou. Ante la afición del Barça ha anotado 238 goles, mientras que 174 los ha realizado como visitante, fuera de casa. El resto, doce, los ha logrado en campo neutral, normalmente en finales. El último de ellos fue el que marcó en la final del Mundial de Clubs en Japón ante River Plate.
Ya no sorprende la capacidad que tiene para marcar más de un gol por partidos, algo que ha hecho hasta en 120 ocasiones. Eso significa que en uno de cada cuatro partidos que ha jugado ha marcado más de un gol. 88 veces ha hecho un doblete, mientras que el ‘hat-trick’ lo ha firmado en 27 ocasiones. También ha sido capaz de anotar cuatro en cuatro ocasiones y cinco en otra.
Tantos goles han dado para mucho. A nivel de premios individuales y, también, a nivel de títulos colectivos. Leo Messi es el jugador del Barça que más trofeos ha ganado, empatado junto a Iniesta, con 26 títulos cada uno. El Mundial de Clubs les coronó como los jugadores de la historia blaugrana con más títulos, superando a Xavi, que se marchó con 25.
NO SOLO NÚMEROS. Los números sirven para explicar, en parte, lo que ha sido Leo Messi durante los últimos diez años, pero no acaban de permitir ver al jugador en su máxima expresión. El ‘10’ del Barça ha logrado estos números, sobre todo, porque no se ha cansado nunca de ganar. En su caso se ha sumado un talento único e irrepetible con una capacidad competitiva solo al nivel de sus virtudes como futbolista. Eso es lo que ha convertido a Messi en diferente. Leo no ha dejado nunca de ganar porque nunca se ha cansado de hacerlo y porque tiene las herramientas para seguir haciéndolo. Si no gana, no es feliz. Encontrar la felicidad solo depende de seguir ganando y eso ese es un pez que se muerde la cola y que alimenta tanto su palmarés individual -está a punto de ganar su sexto Balón de Oro- y sus estadísticas como la sala de trofeos del club más grande de la historia.
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