Expectativa vs. Realidad del Día de San Valentín

Dicen por ahí que “La burra no era arisca, los palos la hicieron”, y eso aplica para la celebración del mentado Día de la Amistad, al que muchos solemos hacerle el fuchi porque es un festejo horrible.

Sí, horrible.

Y no es porque querer hacerle a eso del grinch del amor, sino porque en realidad esos días se caracterizan por ser una tortura.

¿No nos creen?

Hagan un recuento de todos los días de San Valentín que han vivido y con el corazón en la mano díganos cuántos han valido la pena. ¿Verdad que bien poquitos?

Si aún creen en el 14 de febrero y esperan con ansias que ya sea mañana, mejor vean estos ejemplos que nos demuestran que el “Día del Amor y la Amistad” en realidad es un invento del Diablo, pues todo es muy diferente a lo que comúnmente creemos:

Expectativa: Mi novio se portará súper romántico conmigo
Realidad: A ellos les fastidia San Valentín

Así es señoritas, de una vez hay que poner las cosas en claro: Para la mayoría de los hombres el 14 de febrero es un fastidio. Ustedes podrán pensar:

– Ay no, mi gordito no es como los demás, él es súper detallista y disfruta mucho pasar este día conmigo y darme regalitos.

Pero nel, la verdad es que donde ellas ven romanticismo los hombres solamente ven gastos innecesarios y la obligación de tener que actuar como idiota a lo largo de todo un laaaaaargo día, y si lo llegan a hacer, es nomás por la promesa de que al final de la jornada puedan tener un encuentro cercano del tercer tipo con ustedes.

Por lo tanto, la expectativa de que ese día sus novios de buenas a primeras sean unos románticos porque así les nace, pueden irla descartando.

Expectativa: Me va a llevar a cenar un lugar padrísimo
Realidad: Van a terminar comiendo tacos, o pizza

El 14 de febrero muchos de los restaurantes y lugares de moda para comer están hasta el gorro y encontrar alguna mesa en ellos es casi imposible. Tampoco creas que la libraste por haber realizado alguna reservación pues aún así te toparás con tumultos para entrar y el servicio será más lento de lo habitual.

Expectativa: Recibiré muchos regalos de mis amigos y pretendientes
Realidad:

Expectativa: Todo será perfecto ese día
Realidad: Nada saldrá bien

Ese día el tráfico es horrible. Si vives en la Ciudad de México, por aquello de la visita del Papa la cosa se pondrá peor. Ir al cine, al teatro, a comer, o a cualquier otro lado te llevará horas, por lo que probablemente:

• Él o La susodicha llegue tarde a la cita.
• Uno de ustedes -o los dos- se pongan de malas
• Acaben todos sudados y no por andar mojando la brocha sino por pasar un montón de tiempo dentro del auto o el transporte público.

Expectativa: Me van a dar un gran regalo Realidad: Tienes que conformarte con unos chocolates o un oso de peluche corriente de esos que venden en los altos de las avenidas. Pídele a Dios que no ten den algo así: 

Expectativa: Ir a un motel de concepto, de esos que están de moda.
Realidad: No encuentras lugar en ningún motel respetable, y terminas en uno de mala muerte.

Aunque ojo, quizá este año no habrá hordas de Godínez con sus secretarias abarrotando estos templos del amor, pues este año el 14 de febrero cae en domingo, y puede que ahora sí encuentres algo. ¡Suerte!

Expectativa: Voy a ser esa chica que va por las calles llena de regalos y que las demás ven con envidia pues sus novios nos les dieron nada.
Realidad: Eres esa chica que ve a las demás con envidia.