Los juguetes sexuales que te piden cosas (o que te dan algún feedback de lo que haces con ellos) presentan muchos problemas. Y esta almohada es básicamente un juguete erótico, un poco antes de que el futuro nos demuestre que algún día los robots se convertirán en nuestros amantes.
¿Cómo funciona y qué hace?
El proyecto de crowdfunding del japonés Koichi Uchimura tuvo más éxito del que esperaba y ahora la almohada Itaspo está pronta para salir al mercado. Si la separas en partes es una almohada, una funda con la imagen de una chica en camisón (podría ser un chico, podría ser la funda que tú elijas) que se ve vulnerable y dispuesta a que le pongas las manos encima. Un sensor que responde a tuscaricias (en el caso de que "te portes bien"... ya iremos a eso) y una voz femenina con casi 500 respuestas, desde "me da cosquillas" a "¡no, tan duro no!".
Entra: la problemática
En primer lugar, es una almohada, estás súper solo y escuchando una voz que te alienta a que acaricies una almohada. NO SUENA BIEN.
Este modelo está pensado para que lo abraces. Si las caricias son suaves, te dirá que "le gustan". De vuelta: una mujer como el colmo de la pasividad, inerte y al mismo tiempo, contrariante.
NO TAN FUERTE. ¿Qué es eso? ¿Educación sexual para gente torpe? "¡No, así no, me estás lastimando!" ---> dice TU ALMOHADA, a quien no quieres violar.
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