Cada vez que como algún postre, siempre me queda flotando en la mente la misma pregunta: ¿Por qué son tan pequeños? Ya sé, ya sé, si fueran más grandes mi barriga lo sería también. Jajaja
Pero bueno, déjenme soñar por un momento y recuperar mi fe en el amor a primera vista con estas deliciosuras.
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