Resulta muy difícil creer que un niño pueda cometer un asesinato, creemos que las mentes retorcidas pertenecen a los adultos, pero estos 10 infantes le robaron el alma y la fe al mundo con sus atroces actos. Ellos son los 10 asesinos más jóvenes y brutales de la historia.
Jon Venables y Robert Thompson.
Tenían 10 años cuando mataron de una forma despiadada a un niño de 2 años que habían secuestrado de un supermercado en la ciudad de Liverpool, Inglaterra el 16 de marzo de 1990. La madre de James Bulger estaba en la carnicería de un supermercado comprando cuando, en un descuido, el cochecito con su hijo de dos años desapareció.
Jon y Robert, anduvieron dos millas, en las que mientras, ambos golpearon, patearon, y levantaron a James sobre sus cabezas para dejarlo caer al suelo. Los menores pusieron a James enmedio de la vía del tren, donde le arrojaron pintura a los ojos, le tiraron piedras, y lo golpearon con palos y una barra de hierro. Dejaron su cuerpo en medio de la vía, cubriéndolo con ladrillos cuando pensaron que ya había muerto. James murió poco tiempo después, antes de que el siguiente tren pasara y le golpeara.
Mary Bell.
Brian Howe fue encontrado muerto, cubierto de hierba y plantas arrancadas, días después de la muerte de Martin Brown, que murió de asfixia. Su pelo había sido parcialmente arrancado, tenía heridas de cuchillo en sus piernas, y sus genitales habían sido mutilados. A demás, una letra M había sido escrita en su estómago con el filo de un cuchillo. Cuando la investigación se centró en Mary Bell, ella misma se implicó describiendo en detalle un par de tijeras rotas con las que había estado jugando Brian, según Bell.
La familia de Mary fue encontrada responsable de su comportamiento. Su padre, o quien ella pensaba que era su padre, ya que su padre biológico es desconocido, Billy Bell era un criminal habitual que había sido arrestado por robo con intimidación. Mary dijo que su madre Betty, que era prostituta, la había forzado a tocar sexualmente a algunos de sus clientes desde que tenía 4 años. Mary terminó en un reformatorio en el que ella era la única chica a la edad de 11 años. Fue puesta en libertad 23 años más tarde en los que luchó por su anonimato.
Eric Smith.
A sus 13 años, Eric Smith sufría acoso escolar debido a sus gruesas gafas, pecas, pelo rojo y orejas de peculiar forma. Smith fue culpado del asesinato de un niño de 4 años llamado Derrick Robie. El pequeño fue estrangulado y golpeado en la cabeza con rocas de gran tamaño. Cuando le preguntaron por qué lo hizo, Smith no pudo dar una respuesta definitiva.
Un psiquiatra diagnosticó a Smith con trastorno explosivo intermitente, una condición en la que la persona no puede controlar su propia rabia interior. Smith fue juzgado como adulto y fue a prisión. A día de hoy, sigue en prisión y se le ha sido denegada la libertad condicional 5 veces.
Joshua Phillips.
Lo que empezó como una limpieza rutinaria terminó con un niño de 14 años llamado Joshua Phillips siendo juzgado por asesinato. Su madre fue a limpiar su habitación una mañana después de que Phillips se fuera a la escuela. La señora Phillips se dio cuenta de que había un charco junto a la cama de agua de su hijo, y pensó que habría una fuga.
Mientras investigaba alrededor buscando un agujero, encontró unas cuantas bandas de cinta aislante uniendo una rotura. Lo primero que pensó fue que su hijo la habría roto y no quería meterse en problemas. Empezó a quitar cinta aislante y descubrió que detrás había una toalla enrollada, y al quitarla sintió algo más detrás. Ahí fue cuando descubrió el cuerpo sin vida de Maddie Clifton, una vecina de 8 años que llevaba desaparecida 7 días.
La gente del barrio, especialmente los padres del niño, apenas podían creer que aquel chico había matado a Clifton. Phillips incluso se unió como voluntario en la búsqueda de la niña desaparecida. Como era menor de 16, no pudo ser condenado a pena de muerte. Pero fue encarcelado.
George Stinney.
En junio de 1944, George Stinney de 14 años, batió el récord de ser la persona más joven en ser ejecutada legalmente en los Estados Unidos en el siglo XX. George fue declarado culpable de las muertes de dos niñas llamadas Betty Jane Binnicker (11) y Mary Emma Thames (8), ambas fueron encontradas en un agujero mal cavado.
Las niñas sufrían varias fracturas de cráneo hechas con un trozo de vía de ferrocarril arrancado, y que fue encontrado cerca del enterramiento. George confesó los crímenes, y dijo que había intentado tener relaciones sexuales con Betty, pero ésta se negó y terminó matándola a ella y a su amiga Mary Emma. Fue juzgado como adulto y condenado a morir en la silla eléctrica; la sentencia no fue apelada porque su familia no tenía dinero para continuar con el procedimiento.
Lionel Tate
Lo que podría ser apenas un juego normal de televisión llevó a la muerte de una chica llamada Tiffany Eunick de seis años. Kathleen Grossett-Tate era la niñera de Tiffany y la llevó a su casa una noche.
Dejó a Tiffany con su hijo Lionel, de 14 años, para ver la televisión y subió a la planta superior. Alrededor de la 22:00 le gritó a los dos para que se callaran, perno nunca bajo a verificar el motivo del escándalo, pensando que estaban jugando.
Cuarenta y cinco minutos después, Lionel llamó a su madre y le dijo que la niña no estaba respirando. Explicó que se había golpeado la cabeza contra la mesa. La policía fue llamada y un médico forense dijo que la causa de la muerte se debió a un pisotón fuerte que laceró el hígado de Tiffany.
Además, los expertos declararon que la niña sufrió una lesión en la cabeza, fracturas de costillas, inflamación cerebral causada por una paliza que duró unos cinco minutos, y también se registraron otras 35 lesiones.
Tate cambió su declaración más tarde y dijo que saltó sobre ella desde la escalera. Tate fue condenado a prisión perpetua, sin derecho a libertad condicional en 2001, pero su sentencia fue revocada en base a que no fue concedida una audiencia de evaluación mental, ya sea antes o durante el juicio. Fue liberado en 2004, con 10 años de libertad condicional.
Barry Dale Loukaitis.
El 2 de febrero de 1996, la Escuela Secundaria Frontier fue devastada por varios disparos que se produjeron en la clase de álgebra. El tiroteo se cobró la vida de tres personas (dos estudiantes y un profesor) y causó una grave lesión a un estudiante. El acusado era un muchacho de 14 años llamado Barry Dale Loukaitis, que tenía pensamientos bastante desfasados desde antes del tiroteo. Barry estaba vestido de negro como un pistolero del Viejo Oeste y armado con un rifle calibre 30, una pistola calibre 357 y una pistola calibre 25 que pertenecía a su padre. Los estudiantes fueron tomados como rehenes durante 10 minutos antes de que un profesor de gimnasia dominara al muchacho.
Barry está cumpliendo dos cadenas perpetuas, con un adicional de 205 años de prisión.
Craig Price
Joan Heaton (39), junto con sus dos hijas, Jennifer (10) y Melissa (8), fueron encontrados sin vida, ensangrentados y brutalmente asesinados en su casa el 4 de septiembre de 1989. Ellos fueron apuñalados con tanta fuerza que el cuchillo se rompió el cuello de Melissa. La policía dijo que Joan tenía alrededor de 60 heridas de arma blanca, mientras que las chicas unas 30.Craig fue capturado por la policía con un vendaje en su mano, pero dijo que había roto la ventanilla de un coche. La policía no creyó su historia. Investigaron y luego encontraron un cuchillo, guantes y otros artículos con sangre cuando buscaron en la habitación de Craig. Él admitió el delito de asesinato y otro ocurrido en el barrio hacia dos años. Las autoridades ya sospechaban de este asesinato porque fue similar al de Heaton y había comenzado cómo un robo. Craig fue juzgado y condenado antes de su cumpleaños número 16, y todavía está en la cárcel.
Graham Young
Graham Young estaba fascinado por la química, en particular por los venenos y sus efectos sobre las personas. Su interés fue siempre idolatrar asesinos tales como el Dr. Hawley Crippen, William Palmer, Adolf Hitler y otros. Young comenzó sus experimentos con venenos cuando tenía solo 14 años.
Por lo general mentía sobre su edad y explicaba al vendedor que necesitaba comprar veneno para un trabajo de química de la escuela y así podía comprar los productos químicos necesarios. Su familia y amigos fueron sus víctimas. Su padre, al enfermar, en un principio pensó que la enfermedad era causada por algún tipo de virus. A continuación, la “aparente enfermedad” golpeó a su esposa e hija. Todos ellos sufrían de vómitos continuos, diarrea y dolores estomacales. En 1962, la madre de la madrastra de Young murió de envenenamiento.
Young fue arrestado cuando su maestro investigó su mochila una noche después de la clase, con la sospecha sobre los experimentos de Young. El profesor encontró venenos, noticias sobre presos famosos y dibujos de personas muriendo.
Estas revelaciones llevaron a que el maestro llamara a la policía. Young fue enviado a una clínica de máxima seguridad, pero eso no le impidió envenenar al personal del hospital y a sus compañeros de celda (uno de los cuales murió). Su conocimiento era tan amplio que podía extraer cianuro de las hojas de un arbusto de laurel.
Young fue puesto en libertad cuando tenía 23 años y se mudó con su hermana. Y continuó envenenando a sus víctimas que la mayoría de las veces eran compañeros de trabajo. Young fue enviado de vuelta a la cárcel y murió allí mismo.
Jesse Pomeroy
Jesse Pomeroy, nacido el 29 de noviembre 1859 en Charlestown, Massachusetts, fue citado como el más joven condenado por asesinato en primer grado en la historia del Estado de Massachusetts. Pomeroy comenzó sus actos de crueldad contra los niños, cuando tenía 11 años.
Él había capturado y secuestrado a siete niños en un lugar oculto donde usaba una corbata para torturarlos, también utilizaba un cuchillo o clavaba agujas en su piel. Fue capturado y enviado a un reformatorio, donde permanecería hasta que cumpliera los 21 años, pero fue puesto en libertad después de un año y medio por buena conducta.
Después de tres años, había ido de mal en peor. Él secuestró y mató a una niña de 10 años llamada Katie Curran, y también fue acusado del asesinato de un niño de cuatro años, cuyo cuerpo fue encontrado mutilado en Dorchester Bay.
Aunque hay una falta de evidencia concluyente que pueda vincular a Pomeroy a la muerte del niño, fue declarado culpable de matar a Katie, cuando la policía encontró el cuerpo en el sótano de la tienda de ropa de la madre de Pomeroy. Fue condenado a cadena perpetua, y cumpliría la pena en aislamiento total. Murió de causas naturales a la edad de 72 años en 1932.
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