Las niñas y niños pequeños son famosos por detestar ciertas comidas, especialmente los vegetales y tener una dieta especialmente restringida, lo que los condiciona a padecer de obesidad y enfermedades relacionadas.
Un grupo científico de la Universidad de Belfast, en Irlanda, quiso estudiar cómo lo que consume la madre influye en el paladar el bebé. Los resultados son bastante interesantes y serían una forma de educar los gustos del pequeño incluso antes de nacer.
¿Es posible crear gustos alimenticios mientras el bebé está en el útero?
Muchas veces escuchaste que infantes cuyas madres tuvieron una dieta variada durante el embarazo están más abiertos a probar nuevas comidas. Un recienteestudio científico quiso validar ese popular mito.
Para ello realizaron un experimento con 33 mujeres embarazadas separadas en dos grupos: el primero consumió ajo durante la gestación y el segundo no lo hizo. Ocho años después, descubrieron que los hijos nacidos del primer grupo gustaban de las comidas con ajo.
Los científicos creen que no solo es posible estimular el oído de los fetos antes de nacer, sino que también su sentido del gusto, ya que los sabores pasarían al líquido amniótico. Una madre con una dieta sana y variada daría a luz hijos o hijas con predilección por alimentos que no suelen gustar al público infantil.
La importancia de educar el paladar antes de nacer
Infantes que comen de todo y no ponen mala cara ante los vegetales, un sueño imposible para la mayoría de los padres que ven como sus hijos rechazan comidas saludables. Todo esto podría prevenirse antes de que hagan su llegada al mundo.
Los sabores más fuertes y que permanecen en el cuerpo durante un periodo de tiempo más prolongado, como por ejemplo el ajo y coles de bruselas entre otros, serían más fáciles de traspasar a partir de la semana número diez del embarazo.
Un experimento realizado en Estados Unidos por personas expertas en química de los sabores determinó que aquellas madres que bebieron jugo de zanahoria durante su embarazo y mientras amamantaban a sus bebés tenían hijos e hijas que gustaban de aquel vegetal.
Incluso el tomar jugo de zanahoria antes de que el bebé nazca y mientras están amamantando ayuda a que el pequeño tome mejor el pecho ya que se encuentran con un sabor familiar en la leche materna.
Los resultados de los estudios serían la clave para educar el paladar infantil antes de nacer, creando una predilección por frutas y vegetales, lo que ayudaría adisminuir la verdadera epidemia de obesidad infantil.
Asimismo, desde la comunidad científica se cree que esta buena dieta desde momentos tempranos sería una forma de prevenir enfermedades como la diabetes y aquellas causadas por deficiencias vitamínicas y minerales, ya que los infantes las recibían al tener una alimentación más variada sin renegar apenas ven algo de color verde en su plato.
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