Las películas suelen usar las mismas ideas una y otra vez. Esto lleva a que ciertas cosas se queden en nuestras mentes como si fueran una realidad, cuando son solo mitos. Para la ficción puede resultar útil que todo pase rápido y sin problemas, pero el mundo real es un poco más complejo.
Por suerte tenemos la ciencia para probar que no todo es tan fácil. Aquí tienes algunas cosas que nos creímos debido a las películas.
Si hablamos de precisión científica: 10 películas que son científicamente correctas
5. No se puede dormir a alguien con cloroformo por tanto rato
En las películas las personas usan un simple pañuelo con cloroformo para dormir a otros. En la vida real esto no funciona tan rápido o por tanto tiempo. Se necesitan al menos 5 minutos para dormir a alguien con este método, lo cual es demasiado. Además, luego se necesita seguir administrando cloroformo a la víctima, sino puede despertarse.
Por otro lado, si no se mantiene el rostro de la persona en alto, puede ahogarse con su propia lengua.
4. La tortura no nos da información
Mucha información importante se consigue a través de la tortura, de acuerdo a la ficción. Los estudios más conocidos han demostrado que no es un método efectivo. Si alguien no sabe algo o ya lo dijo en algún momento, miente a sus captores para salir de la situación. Por lo tanto, la mayoría de la información que se obtiene por estos medios es mentira. La CIA ha revelado que la mejor forma de conseguir datos es siendo amables con las personas, es decir, lo contrario. Sin embargo, no suena tan interesante para plasmarlo en la pantalla.
3. Un desfibrilador no reinicia un corazón que se detuvo
En las películas, cuando un corazón deja de latir se usa un desfibrilador que le devuelve el ritmo cardíaco. Esto no sucede en la realidad, sino que simplemente vuelve a la normalidad un corazón que está descontrolado debido a un ataque.
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2. Declararse loco en la corte no es una buena idea
En Estados Unidos solo en un 1 % de todos los casos se alega locura para librarse de la condena, y de esa cantidad, solo un 25 % son aceptados como problemas mentales. En los estados donde existe este tipo de argumento, quienes son considerados locos son llevados a una institución mental donde la mayoría pasa el doble de tiempo del que hubieran estado en la cárcel. Aún cuando son liberados deben seguir un tratamiento especial que implica vigilancia.
1. No existen los silenciadores tal cual aparecen en el cine
Las armas de fuego no pueden silenciarse por completo, como suele hacerse en el cine. Existen los supresores, que callan un poco el sonido pero no lo eliminan por completo. El disparo todavía puede escucharse claramente.
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