Siempre hemos sabido la importancia de la herencia genética. Llevamos toda nuestra vida escuchando frases como "tienes los mismos ojos de...", o "has heredado la misma manía que..."
Pero en lo que concierne a las personas, la magia no acaba y parecen quedar muchas sorpresas todavía por descubrir respecto a la complejidad del ser humano. Hoy sabemos que no solo heredamos los rasgos físicos de nuestros antepasados, sino incluso algunos aspectos de nuestra personalidad.
Pero la genética, caprichosa y compleja, va más aún más allá y hoy queremos contarte algunas cosas que quizás nunca imaginaste que podrías llegar a heredar de tus ancestros.
1- La inteligencia
¿Sorprendido? Pues otra revelación: el gen de la inteligencia lo transmiten las mujeres. Numerosos estudios indican que pasa de madres a hijas e hijos y es puramente hereditario. Así que tu mamá sin saberlo determinó en gran medida tu grado de inteligencia. Otra cosa más que agradecerle.
2- El estado anímico
Ser feliz o no, puede estar en gran medida en tus genes. Hay personas con cierta inclinación a la tristeza, el estrés o la ansiedad y, lo que hoy sabemos es que esto se hereda genéticamente si, por ejemplo, alguno de tus padres lo ha sufrido con regularidad.
De hecho, hay gente que lleva intrínseca esa tristeza y aunque no tienen motivos aparentemente, pasan su vida luchando contra ella y preguntándose por qué la padecen. Es cierto que el entorno influye y los niños cuando se van formando, absorben todo con mucha facilidad. Pero al final tu actitud ante la vida estará muy condicionada por tu herencia genética recibida de tus padres.
3- Las adicciones
Aquí tienes la respuesta si eres de personalidad adictiva, que se engancha fácilmente a vicios como el azúcar, las grasas o el café. Hay hasta 6 genes en nuestro organismo que se encargan de que no puedas vivir sin azúcar o cafeína y ahora queda claro que está marcados por tu herencia.
Investiga entre tus antepasados y encontrarás con en ellos adicciones que tú conoces bien.
4- El gusto por el riesgo
¿En serio? Pues sí. Las respuestas ante una situación de riesgo se reproducen exactamente iguales que las de alguno de nuestros progenitores porque las heredamos tal cual. Si eres aficionado a los deportes extremos, a una buena montaña rusa o si por el contrario tiemblas de vértigo con solo pensarlo, es pura herencia genética. Busca similitudes con tus papás y te sorprenderás.
5- La longevidad
Tus años de vida son reflejo directo de los de tus padres y abuelos. Los expertos indican que puede haber una pequeña variación de entre 3 años más y uno menos, puesto que la esperanza de vida va creciendo generación tras generación. Pero al margen de enfermedades graves, la longevidad de tus padres se transmitirá en tus genes.
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