¡Japón, el país del Sol Naciente, nunca deja de sorprendernos! Su estilo de vida es totalmente distinto al nuestro, por lo que no es de extrañar que muchas de sus costumbres y tradiciones nos resulten un tanto impactantes.
Tomemos como ejemplo el ámbito del entretenimiento: No es ningún secreto que la industria japonesa está bastante desarrollada en los servicios sexuales, a menudo, poco convencionales. Algunas de sus actividades superan con creces nuestra imaginación, por lo que nos cuesta entender esa locura …
![1](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_tvRrHYYS7iZFV9DKdKVJBxPrlz3Q_qbRhvndv5U7QsVMextnm-Nl7vADwgkm7No4ZstXuEv4XM9CcTs9I9CR3JJN8fclSzNdgd7r1NuaEF_dPzsrIFaBto=s0-d)
En Japón son muy populares las tiendas fetichistas. En estos locales se puede adquirir legalmente nada menos que… ¡bragitas usadas! Sí, bragas femeninas que conservan el olor de sus dueñas.
![2](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_ucW4_QTMTqYrKNYMAXhLX77Rfop89v3V9iz2loWiN5pTmWVutk3KSmmf7Jrh6eC8SyASiVefdTOMYX2Kxv6qwsKPRM_Uc-Y1_G_PxnW4qkZsBU1PMUEaxx=s0-d)
La ropa interior es empaquetada en cajas especiales, con una foto de la chica que la llevaba, y es vendida a los «catadores» al exorbitante precio de miles de yenes. Para acelerar las ventas en este negocio, incluso se han adoptado máquinas especiales.
![3](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_uhVsTStqB1mQxY_ywh-2tqrWiLaB7GCwC_mAeheQRq7_FsmbAzfK0Np4sEsrj1Y_6IWGo_VEDvN6g59xBNch8wI6XNj0Yb7fLFSjbipHmwsE8sVFsRLZBA=s0-d)
Las bragas de las jovencitas son especialmente populares entre los compradores fetichistas. Empresas dedicadas a este tipo de servicios, con el fin de atraer a más clientes, incluso promueven su negocio mediante sesiones foto-eróticas de sus trabajadoras, disfrazadas de colegialas.
![4](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_sTUuZc6uijka9erIU-P1bS_DVdZ1zbuIzfxY32QRhiZDvt4NQK8lstF8JJwjV62T2y8Gr2_fdyi0YaM6lK26UvjG9NFjOT9Bp7WnHVHTtC-FPB8h1eaMQZ=s0-d)
Conociendo esta costumbre popular, convertida en tan próspero negocio, algunas estudiantes de cursos superiores han decidido ganar su propio insumo por la venta de sus bragas, sin intermediarios…
![5](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_t-zwqs47-js54FhevrkqkZKQgWbYz6QKbwGQlqQNaOxU_LRrwVjcKuuxcTB5M_fJQR-HHZVu6z5qNICc4DlHaSIxUy8ByCZ6SW7my2mpVW7hdBIZZ-bSOK=s0-d)
Dejando a un lado las normas de la moral, te sorprenderá descubrir cuán rentable es este negocio para todos los involucrados: Las chicas pueden vender su ropa interior usada a mayor precio de lo que les costará adquirir una nueva, y los clientes quedarán muy satisfechos con la mercancía fresca. ¡Qué horror!
![6](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_tCM2APrWFQd3LAEMge_CwqgFIY5VUrgLeABk6m0t87ZMtvK1sLY5p6mO4bLkZOdiwl2p1slGP015O7M9U8ezprT8tajqlz3SnowVhLQuhYfj7CNNvcJAs=s0-d)
Sobra decir que muchos defensores de la moral se sintieron indignados ante tal comportamiento de las estudiantes. Por eso, las instituciones educativas comenzaron a introducir un «control sorpresa» de la ropa interior de sus estudiantes. No vaya ser que alguna de chicas ya puso un pie en el camino del vicio y vendió su ropa interior…
![7](https://lh3.googleusercontent.com/blogger_img_proxy/AEn0k_ulWP25Z9RrecnO8oZ1ft1nSsB-Iuw1gNRjAZdSiUmTKbkDfU9-VGM8Y_GDXx3mhUlDD633OmRh3HdWRUakEPa7H8flF503yF2t-TsEzoIimx5Tl3xD79Im=s0-d)
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